Muchos dirán que el diseño es como los colores: hay para todos los gustos. Sin embargo, las tendencias que marcan la modernidad del diseño en una vivienda son unas u otras, según la época. Actualmente comprar una villa moderna en Baleares significa una adquirir una propiedad de amplísimos espacios diáfanos, en la que la luz y el entorno que la rodea conforman los elementos básicos que dan ambiente a los interiores.
Las largas galerías, los ventanales que discurren de pared a pared sin fin y los colores claros, heredados del tradicional estilo mediterráneo, resumen las líneas elementales del diseño que prima hoy en día en las villas más modernas de Mallorca e Ibiza.
La luz ha ganado terreno y se ha convertido en protagonista: quien compra una casa de lujo en Mallorca quiere disfrutar del sol y la hermosa luminosidad que ofrece la isla incluso en los días nublados del invierno.
Asimismo, el clima juega un papel importante en la arquitectura de lujo que se puede observar en Mallorca, sobre todo en las propiedades en venta en primera línea de mar. En ellas, los diferentes espacios se han elegido y diseccionado de acuerdo con la elevada cifra de días de sol de los que las islas disfrutan. Y con un especial cuidado hacia el máximo aprovechamiento de las vistas sobre el mar.
Los arquitectos modernos han apostado por tomar como base la orografía mallorquina de la zona de la Serra, plagada de acantilados y valles montañosos, para crear algunos de las viviendas más singulares de Mallorca, con terrazas en distintos niveles.
Esta distribución escalonada hace menos recargado el espacio, al tiempo que convierten las inmensas parcelas en una construcción con diversos ambientes, más acogedora y fácil de disfrutar en pareja o en soledad.
Otra de las características inconfundibles de las villas de lujo más modernas de Mallorca son la variedad de porches y zonas de solárium que ofrecen, en los que vivir al aire libre sin renunciar a la intimidad.
Los espacios más prácticos siguen siendo las cocinas, que pierden paredes y se muestran al visitante, diáfanas, conectadas directamente con un salón o bien con el comedor. Las chimeneas y los pequeños detalles que ayudan a convertir las líneas modernas y sobrias en acogedores espacios se hacen imprescindibles. Así como la cochera y, por supuesto, el jardín.