El Gobierno de España ha anunciado que estudia la reforma de la actual Ley de Extranjería para poder facilitar la compra de vivienda en España y el permiso de residencia a los inversores extranjeros, sobre todo de los mercados extracomunitarios, como son el ruso y el chino. La única condición: que el comprador adquiera una vivienda en España por valor superior a los 160.000 euros.
Esta medida, cuyos detalles todavía están por definir, es una buena oportunidad para muchos inversores de conseguir tener una segunda residencia en España con todas las ventajas y garantías, además de poder aprovechar el actual momento de precios bajos que hay en el país para hacerse con una buena oferta de vivienda de lujo en Mallorca, Ibiza o la Costa del Sol, donde la cifra de propiedades en venta es alta y de gran calidad.
Actualmente, la demanda desde el mercado ruso y chino ha aumentado de forma notable, ya que son muchos los que han sabido ver la oportunidad entre las más de 700.000 viviendas vacías que se calcula que hay en España. Las zonas de costa son las favoritas para comprar y la tendencia es a adquirir grandes viviendas de lujo frente al mar en Baleares, Valencia, Málaga o incluso la costa sur de Cataluña.
El mercado ruso ha vivido ya una experiencia similar cuando se ofreció una oportunidad de residencia en Letonia: la estrategia era muy parecida, pero el precio de las viviendas allí era menor: 70.000 euros.
Sin embargo, la diferencia de precio en España no se considera un problema por parte de los potenciales compradores ya que, alegan, lo que ofrece una vivienda aquí no puede encontrarse en otros lugares: sol y playas excepcionales, un clima suave todo el año, seguridad, servicios de primera calidad tanto sanitarios como educativos, larga experiencia en el trato, convivencia y atención a extranjeros…
A esto se suman otras ventajas fiscales y la posibilidad de acceder a un país que actualmente está vetado para muchos extranjeros extracomunitarios ya que la concesión de visados, por ejemplo para rusos, es excepcionalmente complicada.
Ante estas circunstancias y con el objetivo de dar salida al stock de viviendas que hay en el país y, al mismo tiempo, reactivar la demanda de consumo general y de afluencia de turismo de calidad, el Gobierno de España trabaja con premura para la instauración de estas medidas que, confían, reporte grandes beneficios para el país y también para los inversores que decidan instalarse aquí.